Mazatlán llega al torneo con la necesidad urgente de recuperar la confianza de su afición tras una campaña anterior llena de decepciones. Aunque mostraron orden táctico y solidez defensiva en su empate sin goles frente a Cruz Azul, les faltó profundidad y creatividad para generar peligro real en el ataque, situación que debe cambiar si figuras como Nicolás Benedetti y Jesús Daniel Hernández quieren tomar un papel más determinante. En casa, el equipo se siente más seguro, aunque su desempeño reciente no ha sido convincente, con apenas tres victorias, cuatro empates y tres derrotas en sus últimos diez encuentros en el Kraken, además de una defensa vulnerable que ha recibido ocho goles en los últimos cinco partidos. El próximo choque contra Puebla se presenta como una oportunidad clave para que Mazatlán recupere terreno, siempre y cuando logren controlar el mediocampo y exploten las debilidades defensivas del rival.
Puebla llega a este partido en una situación complicada y sin una dirección clara tras un inicio de temporada decepcionante marcado por una dura derrota ante Atlas que evidenció graves fallas defensivas y una ofensiva dependiente de jugadas individuales. En sus últimas diez visitas en la Liga MX, el equipo poblano solo ha conseguido una victoria y ha recibido goles en nueve encuentros, mostrando además una preocupante falta de capacidad para remontar cuando se adelantan en el marcador. El historial reciente frente a Mazatlán es bastante parejo, con una ligera ventaja para La Franja, aunque el último enfrentamiento favoreció a los sinaloenses con un triunfo 0-1 en el estadio Cuauhtémoc. Ahora, Puebla deberá afrontar una difícil visita a un rival incómodo, bajo la presión de revertir su situación y mejorar su rendimiento colectivo.
