El equipo tricolor llega a este compromiso en un estado de forma excepcional, actuando como “local” y respaldado por una impresionante racha de triunfos consecutivos que refleja su dominio reciente. Tras completar un Torneo Intermedio perfecto con siete victorias al hilo, y al sumar los encuentros ganados durante el Apertura, el conjunto acumula un total de 13 victorias seguidas, lo que evidencia su solidez tanto en lo colectivo como en lo anímico. A este gran momento se le suma un historial favorable en el clásico, ya que no solo se coronó campeón en la final del Intermedio del año pasado frente a Peñarol, sino que además lleva más de dos años sin perder este enfrentamiento, consolidando una clara ventaja psicológica sobre su eterno rival. Con todos estos factores a su favor, el equipo parte como favorito, respaldado por resultados, confianza y precedentes recientes que juegan a su favor.
El club carbonero llega a este crucial enfrentamiento con una realidad menos favorable, ya que en sus últimos 13 partidos ha sufrido dos tropiezos, uno en forma de empate y otro como derrota, lo que debilita sus credenciales para imponerse en este duelo tan determinante. A ello se suma una racha negativa frente a su eterno rival, al que no ha logrado vencer en liga desde 2023 y con quien no ha podido ganar una final desde el año 2018, un dato que pesa significativamente en el análisis previo. Aunque cuenta con una plantilla competitiva y recursos futbolísticos importantes, la historia reciente juega en su contra, y mientras no consiga romper con esta serie de resultados adversos, seguirá siendo considerado el menos favorito en la previa de este tipo de encuentros. Superar este escenario no solo representaría una victoria deportiva, sino también un golpe anímico necesario para recuperar terreno en el clásico.