Pumas atraviesa un momento de altibajos tras su eliminación en el Play-In de la Liga MX frente a Monterrey, partido en el que perdió 2-0 sin mostrar verdadero peligro en ataque. En sus últimos cinco encuentros oficiales, el equipo ha obtenido resultados mixtos, con dos triunfos, dos derrotas y un empate, lo que refleja cierta inestabilidad en su desempeño. A pesar de que en ciertos tramos de los partidos ha demostrado solidez, la escuadra universitaria ha tenido dificultades para mantener un rendimiento constante durante los 90 minutos. Uno de sus principales problemas ha sido la falta de contundencia ofensiva, especialmente cuando se enfrenta a rivales que se repliegan bien en defensa, lo que evidencia una carencia de recursos para romper líneas y definir con claridad en el último tercio del campo. Esta situación deja en evidencia que, aunque tienen momentos positivos, necesitan mayor regularidad y eficacia para aspirar a mejores resultados.
Leganés llega a México tras finalizar su participación en LaLiga con una victoria sólida de 3-0 ante el Real Valladolid, culminando su temporada con un balance positivo de tres victorias, un empate y una derrota en sus últimos cinco partidos. Aunque el equipo español mostró un buen cierre de campaña, el contexto de este encuentro es distinto, ya que se trata de un amistoso internacional. Por ello, es probable que el cuerpo técnico aproveche la ocasión para rotar a su plantilla, dar oportunidad a jugadores con menos minutos o experimentar con nuevas estrategias. Además, la altitud de la Ciudad de México representa un desafío físico adicional, especialmente para un equipo europeo que no está habituado a esas condiciones, lo que podría influir tanto en el ritmo del juego como en el desempeño general de los visitantes. Este escenario convierte el partido en una oportunidad para ajustar piezas sin la presión de la competencia oficial.